¿UN PINGÜINO EN MARACAIBO?... ¡NO PUEDE SER!
El 14 de febrero de 1955 se produjo la captura del
visitante alado. Se cree que vino en una embarcación de origen chino. Miles de
zulianos se congregaron en el zoológico para mirar al inusual turista.
¿Un pingüino en
Maracaibo? ¿Con este calor? ¿No puede ser?
Pues sí, un pingüino
salió de las frías aguas del Antártico y soportó durante seis meses calores de
hasta 40 grados, para convertirse en uno de los episodios más curiosos
registrados en la vieja ciudad.
Más de uno quedó
boquiabierto aquel 14 de febrero de 1955 cuando se conoció la captura del
inusual visitante. Algunas versiones refieren que el animalito llegó a bordo de
un barco de bandera china.
Fue en el balneario
Zulia Mar, asentado a ocho kilómetros de Caimare Chico, municipio Páez, donde
fue visto por Martín Ramón Pérez Gámez, propietario del lugar.
Tras el hallazgo,
Pérez Gámez lo donó al Instituto de Ciencias Naturales de Maracaibo
El pingüino de
Maracaibo se ahogó accidentalmente en su propia pileta el 28 de agosto de 1955.
Se dice que su asfixia ocurrió luego de recibir una pedrada de algún espectador
malintencionado. Otros aseguran que falleció de una afección gástrica, pero lo
que es cierto es que no murió de calor, como cabría esperarse.
Este visitante
ocasional, verdadera rareza de la región zuliana, fue disecado para fines
científicos y en la actualidad adorna una oficina en Caracas. Queda el recuerdo
vivo de una generación entera de venezolanos que bailó como el pingüino, sin
saber por qué, al ritmo contagioso de una renombrada orquesta de salón.
Aparte de unas pocas
fotografías de archivo, “el pingüino” se mantiene en Maracaibo como apelativo
de marca para varios productos comerciales y como nombre de al menos un negocio
relacionado con la refrigeración. En esa fanfarronería de lo que fue moda y hoy
persiste sólo en la memoria de algunos, puede encontrarse, sin duda, el
indicativo de que antes de abril de 1955 los marabinos en general no teníamos idea
de que cosa es un pingüino.
El relato que
antecede inspiró la composición de “El pingüino”, gaita zuliana original de
Reinaldo Atencio (2003). Dedicada a la gente de Maracaibo que visitó el
zoológico de Los Haticos, conoció al pingüino de Agustín Pérez Piñango, y
disfrutó del espectáculo dominical del “parque de la tradición”.
Ángel Viloria Petit
El pingüino®
(Letra y música:
Reinaldo Atencio)
CORO
Mi hijito apagá el “picó/
Vámonos
pa’ Los Haticos/
Hay
Parque de la Tradición/
Y
hay un bicho muy genuino/
¡Rescataron
a un pingüino!/
¡Allá
por el malecón! (bis)
I
Después
que Gardel llegó/
Otro
hecho fue sorprendente/
Que
hizo exclamar a la gente/
¡Un
pingüino apareció!/
Embarcó
en un petrolero/
O
vino de aguas del sur/
Sorteando
cualquier albur/
Llegó
a estas costas primero.
II
El
doctor Adolfo Pons/
Aficionado
a las aves/
Y a
las ciencias naturales/
Lo
estudió con atención/
Mimándolo
poco a poco/
Agustín
Pérez Piñango/
Al
pingüino fue cuidando/
Para
evitarle un sofoco.
III
Pero
aunque no lo crean/
No
fue por la condición/
Del
clima de la región/
Que
el animal se muriera/
Entres
chistes oportunos/
Dijeron
que lo mató
Un
curioso que le dio/
Mandocas
pa’l desayuno.
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