¡GLADYS VERA, la sempiterna reina de la gaita!
¡GLADYS VERA, la
sempiterna reina de la gaita!
“Tu
voz hace un imperio en el espacio.
Esa
sonrisa como estandarte
Al
frente de tu vida”
Vicente
Huidobro (Chile, 1893-1961)
Su presencia tiene
esplendor, ella encarna el perfecto balance entre sensualidad y el más elevado
misticismo. Es una mujer ángel, su tez blanca refleja una luz rosa, su sonrisa
es serena, ella sabe reclamar miradas. Somete a los espectadores y los pone a
derecho de su gracia. Su voz, es la corona de su grandeza, posee una exquisita
tesitura de mezzosoprano. Esa dama es Gladys Vera, la cantante más reconocida
en el ámbito gaitero de todos los tiempos.
Nació el 4 de julio
de 1949 en el sector La Hoyada, en donde estuvo la sede de la primera
hidrológica de la ciudad, hacia el final de la avenida Bella Vista. Fue
bautizada con nombres clásicos: Gladys Mercedes, sus apellidos, Vera Mora. La
ciudad de Maracaibo aún rememoraba a los aguadores y sus recuas de asnos,
llevando las botijuelas a las casas de barro reseco y caña.
Como todas las muchachas
zulianas, Gladys Mercedes comenzó a participar en las veladas musicales
familiares, le gustaba ejecutar el furro, el instrumento insignia de la gaita.
A principios del decenio 1960 ingresó al conjunto Santa Canoíta, con el rol de
percusionista, quizá poco usual para una fémina. Por esos años, recibió la
influencia de grandes cantoras del género, solistas que le marcaron un sendero
de calidad: Altagracia Vílchez, Raiza Portillo, Betty Alvarado. En 1966 ingresó
al conjunto Santanita, divisa fundada el 26 de julio de 1964, el día de Santa
Ana, de allí su nombre. Participó junto a sus hermanos Oswaldo Vera y Miguel
Mora. Solía actuar en el centro nocturno Los Alisos y en la Fuente de soda El
Naranjal, allí comenzó su estelar trayectoria como solista, sustituyendo a su
mentora Raiza Portillo, quien había sonado en todo el país con los temas “La
Bella del Tamunangue”, “Las Campanas de San Juan” y “El Gavilán”, expresando
una gran alegría y un potente carisma.
En 1973 Gladys pegó
el tema “Yo soy la gaita”, en 1974 logró el primer premio en El Festival de
gaitas Virgilio Carruyo, con el tema “Mi orgullo” de Astolfo Romero. Ese fue el
aldabonazo para anunciar su carrera llena de éxitos. Así comenzó, su saga de
triunfos, le siguieron gaitas de gran calidad, como “Estampas” de la autoría de
Astolfo Romero:
“Se
solía emperifollar
La
vieja María Dolores
Cuando
con furros
Y
tamboras a su casa llegaban
Era
la abanderada
Y
una gaita le iban a dar”
(Astolfo
Romero, 1979)
En 1976 grabó la
danza “Amor marginal” de la autoría de Víctor Hugo Márquez, donde retrata a la
mujer marginada y abusada de las barriadas venezolanas de entonces:
“Tenía
yo quince años
Veinticinco
vos
Y
con picardía
Nos
decíamos adiós
Por
la puerta del racho
Pasabas
mirón
Me
echabas piropos
Y me
hablabas de ilusión”
(Víctor
Hugo Márquez, 1976)
Ese mismo año grabó
uno de sus temas más relevante “La antorcha” de la autoría de Simón García, una
sublime protesta contra la antigua planta petroquímica El Tablazo, ubicada en
los Puertos de Altagracia, un complejo industrial altamente contaminante. Su
obsoleta planta de cloro-soda vertía desechos al lago y emanaba gases malignos
que produjeron graves daños a la población zuliana, especialmente a los
habitantes del pueblo mirandino El Hornito:
“Mira
como altiva
Se
levanta al cielo
Hiriendo
tus noches
Su
resplandecer,
Antorcha
que humilla
Que
es escarnio
Felonía
permanente
Luz
incandescente
Que
engaña a la gente
Con
brillo oropel”
(Simón
García, 1976)
A partir del año
1999, el Gobierno Bolivariano de Venezuela, comenzó la recuperación y
modernización de ese complejo, ahora llamado Ana María Campos, controlando por
completo su actividad, garantizando procedimientos más ecológicos y de última
generación. El tema de Simón logró su cometido.
El conjunto Santanita
tenía como principal distinción sus coros polifónicos, los arreglos vocales
realizados por su hermano Oswaldo Vera, quien tenía formación coral.
Respaldados por una percusión de alto nivel ejecutada por Hugo Bohórquez,
Diógenes Madrid, William Caraota Molina, Juan Carlos Viloria, Antonio Espina
“El Mandril”. Y la armonía vanguardista a cargo de José Luis Suárez, Edwin
“Sopita” Carrasquero y Sundín Galué. Sus compañeros cantantes fueron Cheo
Beceira, Astolfo Romero, Danelo Badell, Ricardo Hernández, Alberto Carruyo,
Marvin González, Hermilo Suárez, Chuchín Ferrer, José Isea, Jhonny Campos,
Perucho Espinoza, Ramón Rosado, Carlos Méndez y Alberto Villasmil. Un gran
batallón de talentos vocales.
Siguieron apareciendo
sus éxitos en las carteleras del país, Gladys Vera sonaba en las emisoras de
occidente, con los temas “Galante y coqueta”, “Por eso gaita” en 1977 de
Humberto “Mamaota” Rodríguez; “Mi gentilicio”, “Latinoamericano” de Rafael
Rodríguez en 1979, “Siempre estaré contigo” y “Anhelo” en 1980.
A finales del año
1979 una terrible noticia estremeció a la ciudad; Gladys fue diagnosticada de
lupus. En esos días de confusión e incertidumbre, se le realizó un gran
homenaje donde participó todo el gremio gaitero, también participaron los
comunicadores liderados por Henry José Chirinos. Su gran amigo Ricardo Portillo
le compuso el tema “Mis gratos recuerdos” era una mirada retrospectiva a su
carrera. Afortunadamente, su patología autoinmune se hizo estacionaria, ella
superó ese trance y pudo seguir desarrollando su gran pasión, el canto.
Con la gaita “Mi
vieja plaza Baralt” compuesta por Jesús Bravo González, participó en el
Festival una gaita para el Zulia en 1985, logrando una destacada figuración, el
tema quedó como un clásico para la posteridad.
Junto a Neguito
Borjas grabó un tema de desamor, en tiempo gaitero, que se quedó en la memoria
colectiva, titulado “Cuando el amor se va”, inserto en el álbum de Santanita de
1984:
“Te
lo debo decir
Tienes
que comprender
Yo
no te quiero herir
Pero
debes saber
Que
ya mi corazón
Pertenece
a otro querer
No
preguntes porqué
No
encuentro una explicación
Dime
qué te he hecho yo
Para
esto merecer
Si
te he dado mi amor
Y
siempre te fui fiel
No
puedes irte así
Dime
al menos quién es
¿Quién
te aleja de mí?
¿Cuál
es la otra mujer?"
(Abdénago
“Neguito” Borjas, 1984)
“Mi entrega” es otro
tema romántico icónico, compuesto por Ricardo Portillo, ella lo grabó en 1991
con Maragaita. Con esa agrupación militó desde 1988 hasta la temporada de 1991,
al año siguiente pasó a Cardenales del Éxito. En su primera temporada con esa
divisa grabó “Fuente Divina”, una danza con características de salmo, cuya
letra es de Jesús Rizo y la música del trovador Jorge Luis Chacín:
“Hermoso
lago
Hermosa
fuente divina
Lleno
de plenitud y transparencia
Viste
nacer a mi China.
Fueron
los peces
Junto
a las olas
Los
que llevaron la tabla
De
nuestra Santa Patrona”
(Jesús
Rizo y Jorge Luis Chacín, 1992)
En esa década sonó en
toda Venezuela con “Corazón y sentimiento”, “Sangre gaitera” en 1995, “Lucero
de amistad” acompañada por el coro de la iglesia San Ramón Nonato. El gran
animador Jesús Terán Chavín solía presentarla como “La monumental de la gaita”,
con mucha emoción, el público la recibía de pie, como tal: “Si tuvimos un
Aguirre monumental, ahora tenemos a Gladys, ella es nuestra monumental”.
Desde 1999 acompañó a
Ricardo Cepeda en el lanzamiento de la agrupación Los Colosales, con ellos
participó en el tema “Cántame”. En esa divisa se mantuvo hasta la temporada
2001.
En paralelo Gladys
Vera grabó como invitada especial con la agrupación Birimbao “Juanita prendé el
fogón” junto a Jerry Sánchez. Participó durante una temporada en Los Compadres
del Éxito, y el cuatrista Douglas Isea la invitó a participar en su proyecto
discográfico El Trabuco Gaitero en “Somos la gaita”. Con la Orquesta Sinfónica
de Maracaibo dirigida por Havid Sánchez realizó un gran concierto de gala, que
más tarde se grabó.
El talentoso
saxofonista y director de orquesta Juan Belmonte, escribió para ella “La suite
gaitera” que tituló “Gladys Perpetuum”, una oda a su extenso repertorio como
solista. Se estrenó en el Teatro Bellas Artes el 4 de noviembre de 1994 con
éxito resonante. Es una obra innovadora.
Gladys comparte sus
días con Fernando Calzadilla, es su esposo desde hace 30 años, un militar
retirado, perteneciente a la Armada Venezolana, pero además, es un hombre
prendado de la gaita, esa pasión los unió. En su hogar siempre suena su música,
está lleno de sus recuerdos, de sus preseas y fotografías testimoniales. Él le
ayuda a organizar su agenda de visitas a los medios y sus actuaciones, con una
gran dedicación. Con Fernando comparte gustos sencillos: su predilección por la
gastronomía zuliana, sus paseos por La Vereda del Lago, sus giras musicales,
sus amistades.
Desde el año 2001
nuestra sempiterna reina de la gaita colabora con la agrupación Los
Chiquinquireños, con ellos ha grabado varios surcos para ofrendar a la Virgen
Chiquinquirá, de la que se considera su hija. Logró notoriedad con el tema
“Cuando habla mamá” de Víctor Hugo Márquez, grabado junto a Carlos González.
Ella las define como gaitas oraciones, cargadas de gran expresividad y talento,
con la misión de homenajear a la Virgen de rostro moreno, la que nos identifica
desde hace tres siglos.
Esa mujer elegante,
que luce hermosos ropajes y se cubre con chales señoriales, es la voz femenina
referencial de la gaita venezolana: Gladys Mercedes, no sólo tiene título de
reina, tiene andar y la pose natural de una reina. Como lo cantó el vate chileno
Huidobro en su “Altazor”:
“Si
tú murieras
Las
estrellas a pesar de su lámpara encendida
Perderían
el camino
¿Qué
sería del universo?”
Desde su nuevo
paisaje, al que partió la tarde del lunes 14 de septiembre, Gladys Vera seguirá
ejerciendo su reinado gaitero, para la mayor gloria de nuestra música.
FUENTE:
SABOR GAITERO.